Tuesday, April 01, 2008

un loco

Y fue cuando él incendió su recamara.
Todos creían que estaba loco cuando lo vieron salir danzando desnudo de su cuarto con una caja de cerillos en la mano. ¿Y quién no iba a creer que estaba loco?
Las llamas brillaban imponentes, en naranjas y rojos, el calor era reconfortante y abrazante, quemaba la cara.
La recamara ardía lentamente como la portada del disco de Rage Against the Machine, el fuego trepaba por las paredes hasta acariciar el techo. El humo quemaba las retinas y ardía en los pulmones.
Él se cagaba de risa, alegre, satisfecho.